domingo, 19 de junio de 2011

La democracia funciona

El flan perfecto no cumple para que no se le reclame y para que no se espere nada de él. Porque dos meses de silencio no son nada si se compensan con un buen oído, con una recepción contemplativa y a pura reflexión. Aparte, como el gobierno, dispone el discurso cuando quiere y en donde quiere sin permitir preguntas. Puede parecer una crítica feroz pero es el oscuro delirio de poder el que lo moviliza. "Para criticar al gobierno ya está 6,7,8, con su equipo de filosos panelistas imparciales", dice y se desliga de ciertas responsabilidades.
"La democracia funciona y cualquier votación lo confirmaría", arroja convencido aún cuando elige no ventilar su intención en las urnas. "Soy tan zurdo como la chica que mató a su amiga a puñaladas y cualquier pericia lo confirmaría", intenta aclarar y oscurece, pero da el tema por cerrado.
Admite que la vida detrás de la pantalla es bastante fácil, que uno elige qué mostrar y qué no, que la labor del letrista se simplifica cuando puede consultar pilas de sinónimos en el word reference.
"Batman hace lo mismo", se justifica. "Es fácil dejarse ver cuando estás salvando a Ciudad Gótica del Pinguino, ¿pero por qué no deja que ninguna cámara lo siga cuando está evadiendo los impuestos que generan bienes de lujo como el Batimóvil o rompiendo multas por exceso de velocidad cual vil moroso? Por otro lado, hay que ver si podría manejar tan rápido en un tránsito tan congestionado como el de Buenos Aires, atestado de peatones insolentes y viejas kamikazes".
"Es todo parte de este gran circo mediático del que se componen nuestras vidas", arroja una piedra en la oscuridad.
El flan perfecto cree que dos super héroes de esa calaña deberían ser amados con una convicción ciega y ajena a la reflexión. También se le ocurre que un buen logo proyectado sobre la ceniza volcánica sería buena publicidad.
Está convencido que la erupción es justicia que emana de la madre naturaleza en pueblos sin corazón que manejan precios europeos para compradores locales. Al instante se disculpa desde el alma con los damnificados todos, pensando que quizás el humor negro no sea esta vez la solución. Piensa además que la nube volcánica dio la vuelta al mundo de manera muy rápida y con un margen de error muy pequeño teniendo en cuenta las distancias macro que maneja. "No es tiempo de ver lo negativo del evento sino de aprovechar lo que puede significar una verdadera revolución en materia de transporte y de mensajería", dice en tono científico. "Cualquier persona optimista lo confirmaría".
Termina por volver en sí, recordando que la suya también es una vida y que merece ser llevada con responsabilidad. "No hay peor vago que el que se anota en la facultad y después no quiere estudiar", se castiga. Relee a la pasada convencido de ser el próximo best seller de la era informática e imagina lo complicado que podría tornarse el tema de la facturación.
"El flan perfecto no cobra ahora y no cobrará nunca por lo que dice sin previo aviso", afirma en tercera persona. Dice que no le interesa ser como ellos. "Que la crisis la paguen los capitalistas", destapa su innegable parecido con el Che y se escabulle a estudiar las mejores formas del monopolio, pensando que siempre es posible conseguir un poco más, porque los que tienen poco son muchos, pero se los representa poco.

1 comentario:

  1. Winston Churchill decia que el mejor argumento en contra de la democracia es una conversación de cinco minutos con el votante medio..ja
    abrazo mi buen flan!

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