El flan perfecto obsoleto, conformado en las más prehistóricas épocas de la legislación civil y a manos de un conservador recalcitrante, ha cambiado de administración.
El nuevo formato es producto de un progresismo new age, de una mente abierta a la novedad y a las diferencias, de un deseo de casarse, por despecho, y para que se vea.
El Consejo en sesión, instaurado tras la flamante Ley de Medios, plantea reformas profundas, impensadas para una sociedad perpleja, paralizada por el frío y por las nuevas tendencias.
No sabe bien cómo pero debe reinventarse, quizás con nuevos colores de fondo, con una publicidad confusa y de un falso doblaje a actores locales, o con temas actuales y más comprometido con el cambio.
Lo nuevo cuando bueno, doblemente bueno, dice el que escribe, aún sin saber si la gramática es correcta. Pero está convencido de que ése es el espírutu, el que llevará a este espacio que le hacía el juego a la derecha, de a poco, a tener una relación más estrecha con el Gobierno, quizás en vistas de formar parte de los festejos por el tricentenario.
Se convence de que su buen desempeño es crucial a la hora de mantener al progresismo en el poder.
Pero no todo son flores, porque no es creíble y aunque los grupos de presión actúen sin tapujos. Los barras K vendrán a buscarnos, pero contactos con facciones de la mafia china nos mantienen protegidos, en el marco de una deuda de favores. Los que conocemos no discuten. Disparan.
Criticamos de manera constructiva y en lo que es pertinente. Sin sacar a relucir nuestro sesgo más oscuro, siempre decisivo a la hora de inclinar la balanza.
Buscamos la rectificación de un indec que no merece mayúsculas, un compromiso mayor para erradicar la inflación, menos manos en las cajas ajenas y discresión a la hora de emitir decretos de necesidad urgencia.
Un país serio necesita un blog que no se defina. Un blog que sea confuso y que se contradiga, que induzca al más desinteresado debate, en pos de una Argentina que traiga la copa desde Brasil en el 2014. En pos de una web libre de frivolidad, menos atada al diseño pero con uno bueno, y de gente libre de pasados y otras afecciones a la hora de tomar partido.
sábado, 17 de julio de 2010
domingo, 4 de julio de 2010
Lágrimas y alcoholes
Sólo nos queda tristeza y soledad. Palabras analgésicas para un país en cama. El torpe juego del ritmo, la danza sintáctica de una semántica sin corazón.
Sólo nosotros para nosotros, porque el mundo se empapa de un oscuro regocijo. Digno de unas almas de alquitrán, propensas a la maldad y al deseo de muerte. El maquiavélico uso de los titulares, el festejo de nuestros vecinos más próximos.
Sólo la pérdida de la razón en un vaso interminable de lágrimas y alcoholes.
El clima fuera de estación siempre presagia, como el pulpo y como el pueblo expectante. Pero de a uno se van convenciendo y terminan por rendirse a los hechos consumados de tiro libre y de contra. A un pueblo germánico al límite de su efusividad, en un festejo para nosotros medido.
Una vez más el hombre se confunde y abandona los abrazos cuando más los necesita. Se hunde en lamentos solitarios frente a un televisor imprudente, incapaz de manejar el control remoto con sabiduría.
Sólo por hoy, volvemos a la tierra de las cábalas truncas y al de las promesas que no habrán de cumplirse. A ocuparnos de nimiedades como el trabajo y la salud, mientras el alma hace su duelo y se amiga con la pelota.
Sólo nosotros para nosotros, porque el mundo se empapa de un oscuro regocijo. Digno de unas almas de alquitrán, propensas a la maldad y al deseo de muerte. El maquiavélico uso de los titulares, el festejo de nuestros vecinos más próximos.
Sólo la pérdida de la razón en un vaso interminable de lágrimas y alcoholes.
El clima fuera de estación siempre presagia, como el pulpo y como el pueblo expectante. Pero de a uno se van convenciendo y terminan por rendirse a los hechos consumados de tiro libre y de contra. A un pueblo germánico al límite de su efusividad, en un festejo para nosotros medido.
Una vez más el hombre se confunde y abandona los abrazos cuando más los necesita. Se hunde en lamentos solitarios frente a un televisor imprudente, incapaz de manejar el control remoto con sabiduría.
Sólo por hoy, volvemos a la tierra de las cábalas truncas y al de las promesas que no habrán de cumplirse. A ocuparnos de nimiedades como el trabajo y la salud, mientras el alma hace su duelo y se amiga con la pelota.
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